Fue a la Elite School of Sports de Kaiserslautern y alcanzó el éxito nacional e internacional en la categoría de jóvenes talentos. Desafortunadamente, sus problemas de espalda la obligaron a tomar un año libre.
“Cuando empecé de nuevo, necesité mucha fuerza de voluntad, pero lentamente logré volver a lo más alto. Fue una época de muchos altibajos y, en su mayoría, momentos malos. Pero, mirando atrás, puedo decir honestamente que aprendí mucho durante ese tiempo y que me hizo fuerte. Ahora, mi deporte es también mi profesión. Creo que no hay nada mejor para un deportista que ser capaz de ganarse la vida con su afición y por eso estoy disfrutando de verdad de este tiempo”.
Nadine solía viajar a todas sus carreras acompañada de su familia. Sin el apoyo de sus padres, no habría podido competir, y por eso les está muy agradecida. “Aunque todo ha ido muy bien, tuvieron que trabajar mucho para organizarlo todo”. Estoy muy feliz de poder contar con el apoyo de un equipo profesional ahora. Me gustaría crecer y mejorar y creo que, como miembro del equipo GHOST, tengo la oportunidad de desarrollar mi verdadero potencial. Me gustaría mejorar mis habilidades técnicas en primer lugar y el equipo me da un apoyo óptimo en esta área. Pero, aquí me siento como en casa, no solo como deportista, sino también como persona. ¡Estoy deseando pasar tiempo con el equipo!"